¿Qué vas a hacer con nuestro amor?

Qué vas a hacer con nuestro amor, dime qué piensas, lo
dejas todo y te vas hoy con tus maletas. A donde puedas; si
alguien te acepta. Ya no te lleno de ilusión, ni encuentras
dicha, ya no me incitas en la noche a que te tenga, ya no
me pides que entre sabanas pervierta tu sudada piel felina.

¡Ya nada queda, de aquellas fechas, otrora bellas!

Qué vas a hacer con nuestro amor que es tu alma entera, que
por la borda tiras hoy sin darte cuenta; y aquí me dejas, sin dar
respuestas. Qué pasará si dejo al fin la puerta abierta, para
que veas, que allá afuera el mundo estresa. Que en venas
corren las tristezas por la acera, lo sabes bien, quédate y entra.

Y a media luz comprenderás que no hay quimeras, que para
amar no solo basta abrir las piernas. Que no hace falta desear
que un ciego vea, lo que no tienta. Me va a quedar la amarga
escena de tu ausencia, tu indiferencia; y un llanto histérico,
por tal demencia. Largas semanas me verán por la alameda…

Y la vida te responderá para que creas, que el alma erra.

Qué vas a hacer con nuestro amor responde ahora, acepta y
di que mis palabras te enamoran. Que cada noche en fintas
corres por la alcoba, desnuda en sombras; y vuelta loca. Y todo
explotas corazón pues tu eres bomba. Qué vas a hacer si no te
doy lo que te toca, piensa a la verja, siente mi boca.

No creo que puedas olvidar mis fieras notas, ni las melodías
que bailamos tú y yo a solas; ni tus argollas, vueltas dos
góndolas, con rosas rojas. Tu temblorosa, ensimismada, la piel
en gotas. Gozando en pompas con la falda acalorada, el muro
en rocas y tú en frente sofocada, gritando alto que me amas.

Qué vas a hacer para sentirte tentadora, musa de prosas,
reina de auroras. Qué vas a hacer cuando mis manos toquen
otra, cuando con mis ojos vea que agonizas y me imploras; y
tu derrota, sea mi victoria. Que vas a hacer para olvidar las
iniciales de tu nombre de señora; no te marches, no seas tonta.

Y aquella rosa que te di, en el jardín donde corté tu espina
agónica. Qué vas a hacer de ese rosal, riégalo ahora; que
no hay problemas, yo soy tuyo y nunca sobras. Todas las
otras con retoricas desbordan, pasado y cuentas; la nuestra
es tema, es suerte y gloria. Es toda nuestra; y es tuya toda.

¿Qué vas a hacer si en verso acabas sin memorias?

Sufrirás sola, sin vivir la historia que nunca viví con
otras. Si me perdonas, felicidad yo te prometo sin
demoras. Ven a mis brazos otra vez, dite que no puedes
perder lo que te aporta; y grita oronda, por nuestra
alcoba. Y pídeme amor que te daré del que te toca.

¡Respóndeme ahora, que desnuda te das toda!