¡Cuánto cariño has perdido!

Ahora pensándolo bien ya sé que te has ido, que no
me quieres querer ni amante ni amigo. Ahora que he
vuelto a volver me dejas perdido, como recuerdos que
ayer se fueron contigo. Lo confirmo frente al fuego de
mi espíritu; y lo reitero en estos versos si es preciso.
 
Cuanto cariño has perdido, lo confieso contado días
fríos y olvidando los bonitos…
 
Tinto en un vaso de vino y en lágrimas vertido crítico,
ebrio en un bar donde el verbo termina desecho y
pérfido, muerto de amor y de celos porque no tengo
tus besos. Ciego, sordo, adolorido; pensando en ti y
no en mí mismo, fundido en un llanto alérgico…  
 
Sufriendo por un sueño que tengo y que no cumpliré
estando vivo, porque te has ido y es serio, porque tus
besos no tengo, porque los míos sienten frio pensando
a tus labios bellos; que me alocan los sentidos y me
llenan de embeleso, con su sabor a veneno.
 
Porque tus besos son buenos, porque los míos sienten
frio pensando a tus labios bellos que cuando beso me
muero; por tu sabor a veneno, a dulce, a aroma y a
inciensos. Porque tus labios no tengo, ando vagando
en el limbo; sobrevolando mis cielos…
 
 ¡Me estoy muriendo de celos, hundiéndome en el vacio!
 
Porque no podré cumplir el sueño viejo que tengo,
porque ayer se fue contigo, en un olvido maldito;
porque tu amor he perdido, porque tu has perdido
el mío. Porque los dos nos perdimos; porque hoy  
perdidos nos vemos, pues juntos no lo conseguimos.
 
Y me pregunto por qué tuve que volver, por qué te
fuiste si sabías que era ayer. No me esperaste y el
adiós no pudo ser, cuantos mensajes en tu teléfono
dejé. Cuantos mi cielo, ya no los cuento, ya no los
cuento pues me puede herir saber que me lo pierdo.
 
Ya no los cuento pues ni crédito ya tengo; cuándo  
mi cielo, dime cuando si piensas que lo merezco!
 
Y ahora pensándolo bien ya sé que te has ido, que
no te voy a tener, ni seré tu amigo. Que no vale
padecer pues nada es preciso, solo vivirlo lo es,
para olvidar lo sentido. Cuanto te quiero, cuanto
cariño; todo el que ayer partiendo tú has perdido.
 
Este es el último verso que te escribo, lo reitero si
es preciso olvidar luego. Cuánto cariño has perdido,
cuantos sentidos han quedado en el olvido al saber
que siento frio; cuantos mi cielo, cuanto has perdido
al desdeñar lo que has oído en tu teléfono.
 
¡Cuánto mi cielo, cuanto cariño has dejado en el
olvido sin saberlo; porque has querido lo que cuento!

Picture Tytia Pearl by Ariel Arias.