‒ Revivida…
Hacia la larga avenida marchaban ambos de prisa, pateando piedras y trizas que en el suelo aún ardían encendidas, tupiendo las alcantarillas y cercenando vitrinas. El pavimento se abría ante … Sigue leyendo →
Tu voto:
La hueste del cuero dormido.
Me encomendaron las riendas de las huestes del albergue, de los bribones más fieles que haya conocido un jefe, de los que cuando dicen existo pues no finjo lo que … Sigue leyendo →
Tu voto:
La celeridad del delirio.
Alumbrados y encendidos, reverberando dormidos, efervescentes, cenizos y cayendo como pinos, quemados hasta el sacrificio entre crucifixiones y otros ritos en los cuales los humanos desde otrora creímos, así se … Sigue leyendo →
Tu voto:
― Rimar sin musa.
Su boca roja de rosa se delinea cual el pico de una góndola sobre su rostro de Doña, su sonrisa de divina Diosa la hace tan bella a la aurora … Sigue leyendo →
Tu voto:
Por su vida.
La vida que lleva acuesta reitero es la de cualquiera, que no pliegue ni rodillas ni caderas. Que no se parta la espalda obedeciéndolas, cuando estas pierdan consciencia bajo piedras; … Sigue leyendo →
Tu voto:
La parisina.
Cuerpo de verde vestido, de piel cubierto por dentro, de fino hilo tejido, de seda y yema de dedos que lo tocan con aprecio y amor bueno. Tranparente su esqueleto … Sigue leyendo →
Tu voto:
La amante del Camposanto…
Salsa de labios con néctar de flor de prados mojados, aguaceros como en mayo, hierbas verdes de verano. Sudor, lágrimas, tabaco. Grito, gemidos, borrachos, aguaceros como en mayo; y un … Sigue leyendo →
Tu voto:
Liberado en el silencio, alejado de sus predios.
Perdido anduvo el difunto apagados como otros que no nombro pues son muchos. Y en silencio perdió el rumbo de lo suyo, por mil caminos abruptos labrados en tiempo muerto … Sigue leyendo →